na María Jaramillo (Pereira, 1956) publicó una tensa novela corta en 1990, /Las horas secretas/ (Planeta Ed.), cuyo tema central -el amor profundo y profano entre la narradora de la historia y el negro que el ejército desaparece al final- sintetiza la historia del M-19 y la toma y holocausto del Palacio de Justicia en noviembre de 1985. El relato descubre, entre lírico y descarnado, la cara oculta del guerrillero, enamorado de las alegrías de la vida. La pasión de transgredir toda ortodoxia, o la de religiosamente convencer convirtiendo, se funden, ahí, en la plenitud sexual de la pareja. Y, sinembargo, al final, la presencia del poder omnímodo enmudece la posibilidad de la relación o del diálogo. Alvaro Mutis, en la solapa, dice que en estos casos de mentira o de sórdida complicidad, siempre habrá una Electra denunciadora. Tres años después, en 1993, Ana María Jaramillo ha ganado - compartido con Colombia Truque- el Premio Nacional de Colcultura con su libro /Crímenes domésticos/ (cuya edición debiera ser mejor cuidada). En ocho cuentos cortos y uno extenso, continúa con su análisis de lo injusto y lo caprichoso en las relaciones humanas. Su alegría cesa y el absurdo aparece. Escoge herramientas más finas: los símbolos, la parábola, lo sueños. Su lenguaje llano y preciso, es rápido, económico. Juzga al poder como la llama que se consume a sí misma. La relación de pareja pasa por el desamor o lo chaplinesco hasta el homicidio o el suicidio. Puede ser desigual, muy racional, a veces desaliñado, pero termina con un excelente relato, de antología, La curiosidad mató al gato , serio homenaje a Poe y a la Highsmith. Y una búsqueda más allá de la verdad y de la mentira, un espectro nuevo para nuestra literatura.