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020 _a978-958-701-798-4
082 _a306.85
_bp994f
100 _aYolanda Puyana
245 _aFamilias, Cambios y Estrategias
250 _a1 Edición
260 _aColombia
_bUniversidad Nacional de Colombia
_c2007
300 _a420 p.
500 _aLa Alcaldía Mayor de Bogotá comprometida con la construcción de una Bogotá Sin Indiferencia, moderna, humana, incluyente, centrada en las personas, en donde prime la reconciliación y la participación ciudadana, viene adelantando un proceso de discusión pública de la política para las familias, en el cual han debatido actores diversos de la sociedad, las familias y sus miembros, las organizaciones sociales, la institucionalidad, expertos nacionales, internacionales y académicos. Este ha sido un ejercicio no solo de discusión teórica sino una oportunidad de pensar y actuar frente a un colectivo social: las familias, como escenario de intervención política y la posibilidad de una ciudad más democrática y solidaria. La experiencia de construir participativamente una política pública para las familias en Bogotá, nace de la discusión sobre el papel fundamental que ellos cumplen en el proceso de socialización humanística de individuos capaces de transformar su realidad y la de los territorios que habitan. De igual modo responde a la necesidad de conversar y poder trabajar entre todos y todas una propuesta de ciudad que reconozca la dignidad de sus habitantes y les brinde la oportunidad de ser artífices de su destino. En el escenario académico de discusión se destaca el Seminario internacional familias, cambios y estrategias, con la Facultad de Ciencias Humanas – Departamento de Trabajo Social de la Universidad Nacional de Colombia, aliados fundamentales para el desarrollo de este encuentro académico que convocó cinco expertos internacionales, cuarenta nacionales y en el que participaron quinientas personas en una jornada de trabajo que incluyó como eje central a las familias frente a cambios, contextos históricos, tensiones, problemáticas, estrategias de intervención y prevención, cambio cultural, restablecimiento de derechos, género, generaciones y experiencias de otros países, entre otros. Desde ese escenario hasta hoy hemos avanzado en una política para las familias que busca contribuir al reconocimiento y garantía de sus derechos, legitimando su | 8 | PRESENTACIÓN diversidad y teniendo en cuenta las dimensiones ética, política, sexual, cultural y social en que transcurre su vida cotidiana. En primera instancia, esta política impulsa en las familias y en la ciudad una cultura de valores acorde con una Bogotá democrática, moderna, humana y sin indiferencia. En el proceso de desarrollo humano y de socialización, los valores constituyen los bienes más apreciados socialmente que dan sentido y significado a la existencia personal y colectiva, a la vez que orientan la acción política y ética para la construcción de los proyectos de vida y de ciudad. Los valores que promueve esta política son dignidad, autonomía, igualdad, justicia, equidad, solidaridad, libertad, responsabilidad y participación. Esta política busca, en segunda instancia, garantizar el derecho que tienen las familias a tener derechos sobre el fundamento del reconocimiento de las diferencias. El reconocimiento de la diversidad incluye criterios democráticos y normas del derecho que permitan el libre juego de esas diferencias. La equidad entre géneros y generaciones será principio fundamental para el entendimiento de la calidad de la democracia familiar, concebida como el equilibrio de oportunidades económicas, sociales, culturales y políticas entre todas y todos sus integrantes. En contextos locales concretos, la política pública de familias enfrenta los retos de la integralidad y transectorialidad de los objetivos y estrategias acordadas en el proceso de construcción de una Bogotá moderna y humana. En consecuencia, impulsará planes, programas y líneas de acción que logren acuerdos entre las familias de la ciudad, la sociedad y el Estado, orientadas al mismo tiempo a la preservación y la auto-realización de identidades específicas. En tercera instancia, la política está dirigida a fortalecer los poderes instituyente y constituyente de las familias en la ciudad. El poder instituyente es la capacidad de las familias de reproducir, crear, recrear y realizar para sí mismas, en el tiempo y el territorio, un conjunto de valores culturales, sociales y éticos tanto en su organización, como en sus dinámicas relacionales y funcionales. La diversidad de relaciones y vínculos que se establecen sobre los valores que caracterizan a cada familia son indicativas de los modos como los grupos familiares y sus integrantes procesan activamente las múltiples presiones internas y externas que deben tramitar, bien sea adaptándose, oponiéndose o resistiéndose a ellas. Fortalecer el poder constituyente de las familias implica crear las condiciones y garantizar su incidencia en las comunidades y territorios que habitan, a través de sus organizaciones democráticas y en el desarrollo de sus iniciativas y proyectos de vida. Los contextos históricos, culturales, económicos, ambientales y políticos, inciden fuertemente sobre las familias y, a su vez, ellas tienen impactos determinantes sobre éstos, de manera que el poder constituyente se expresa en la capacidad de incidir en el modelo de desarrollo de la ciudad y en la construcción de sus espacios vitales y públicos de existencia. | 9 | Hoy sabemos que es necesario y pertinente trabajar en el reconocimiento y diversidad de las familias, en su promoción como ámbito primordial de socialización humanística y democrática y en la creación de condiciones y medios para la realización de proyectos de vida con perspectivas de equidad. Ha sido una discusión larga, nutrida y enriquecedora que no pretende agotar el tema de la importancia y pertinencia de una política de familia que releve su papel fundamental en la socialización de sujetos sociales autónomos, solidarios, democráticos y pacíficos capaces de cambiar su historia, la de su ciudad y su país. Se trató también de un proceso de participación, de construcción de ciudadanía y de empoderamiento ciudadano frente a las instituciones y frente al Estado. Seguimos convencidos que solos y solas no lo podremos lograr. Hacer realidad la política para las familias en Bogotá requiere de manera decidida la participación de las familias, las instituciones gubernamentales, el sector privado y las organizaciones de la sociedad civil. Exige un cambio en el modo de gestión que recoja la diversidad y reconozca la pluralidad de intereses, proyectos de vida y formas no solo de familia, sino de habitar los territorios, y plantea nuevos retos a la academia y a los expertos y expertas sociales para que se incluya dentro de las categorías de estudio, análisis y estadísticas sobre las diferentes formas de ser y hacer familia en Bogotá
505 _aContenido Presentación 7 Introducción 11 Parte I La política pública de familia en escenarios locales 21 Investigación y políticas públicas sociales: pertinencia de una política de familias para Bogotá 23 Consuelo Corredor Martínez Retos de Bogotá en la construcción de la política pública para las familias 31 Olga Isaza de Francisco La corresponsabilidad en la construcción de políticas públicas de familia desde el sector social en el municipio de Medellín 39 Luis Julián Salas Rodas Parte II Familias y políticas sociales públicas en España, Brasil y México 51 Antecedentes históricos de las políticas de familias en Europa 53 Montserrat Carbonell Esteller Las políticas familiares en España y su distancia respecto a la Unión Europea 67 Montserrat Carbonell Esteller Anotaciones sobre el papel de la investigación en las políticas públicas 77 Montserrat Carbonell Esteller Brasil: transiciones demográficas y urbanas, transformaciones familiares y políticas sociales 79 Clarice Ehlers Peixoto Familia y envejecimiento en Brasil: sobre las relaciones intergeneracionales 89 Clarice Ehlers Peixoto Tensiones de las familias mexicanas y estrategias de intervención 103 Veronika Sieglin Parte III Las familias colombianas en contextos históricos 125 La correspondencia, estrategia para familias dispersas. Estudio del epistolario de la familia Mutis, 1855-1872 127 Aída Martínez Carreño La familia en Colombia a lo largo del siglo XX 145 Ximena Pachón Familias y dinámicas urbanas contemporáneas: la localidad de Teusaquillo, Bogotá, D. C. 161 María Himelda Ramírez, Guillermo Torres Ramírez Parte IV Las familias, las migraciones y los desplazamientos forzados en Colombia 183 La violencia y la masacre en Bojayá: rupturas, daños y recomposiciones desde la perspectiva familiar 185 Martha Nubia Bello El escenario familiar. La convergencia del conflicto armado y el desplazamiento forzado. Una lectura desde la realidad del departamento de Caldas 201 María Cristina Palacio Valencia La resiliencia de las familias en el desplazamiento forzado 227 Olga Lucía López Jaramillo Retos para la intervención con individuos, familias y comunidades en el contexto de la violencia socio-política 253 Liz Arévalo Naranjo Parte V Las familias y las relaciones de género 261 El familismo: una crítica desde la perspectiva de género y el feminismo 263 Yolanda Puyana Villamizar Identidades masculinas y función paterna: actualidad del Edipo 279 Luis Santos Velásquez Del deseo a la familia: la construcción de lo familiar 289 Rafael Manrique Solana Parte VI Los rostros de la violencia en la intimidad familiar 315 El maltrato infantil: entre el castigo y la agresividad 317 Yolanda López Obediencias íntimas 329 Ángela María Jaramillo Burgos Violencia en familia. Relatos de pasión y muerte 337 Myriam Jimeno Parte VII La familia y las relaciones intergeneracionales 355 El poder y los conflictos en familias con adolescentes. Una propuesta para pensar las relaciones intergeneracionales 357 Blanca Inés Jiménez Zuluaga Reflexión y planificación: rasgos en la parentalidad innovadora 375 María Cristina Maldonado Gómez Una mirada a las relaciones intergeneracionales en la familia desde la vejez 387 Aura Marlene Márquez Herrera Epílogo 403 Índice analítico 407
520 _aEste libro está conformado por una selección de textos expuestos en el Seminario Internacional familias, cambios y estrategias, celebrado en el mes de octubre de 2005 en la Universidad Nacional de Colombia. Se muestra la pluralidad de interpretaciones sobre el complejo mundo de la familia como realidad social, histórica, cultural y política. El evento fue organizado por el Departamento de Trabajo Social y el Centro de Estudios Sociales -CES- de la Universidad Nacional de Colombia, en conjunto con el Departamento Administrativo de Bienestar Social de la Alcaldía Mayor de Bogotá* . La primera parte está dedicada a la reflexión sobre la construcción de las políticas públicas de familia en escenarios locales y se subraya el compromiso de la administración del Distrito Capital en la consolidación del Estado de Derecho. Se plantean varios retos a la investigación académica, a las organizaciones sociales y a las familias, en lo concerniente a los afinamientos conceptuales y a la participación informada y comprometida en la formulación de propuestas de política pública. Consuelo Corredor Martínez abre esta sección y hace explícito que en el Departamento Administrativo de Bienestar Social del Distrito Capital se reconoce la ausencia de una política social local de familia, y plantea el compromiso institucional de formularla y desarrollarla. Destaca los beneficios de la alianza entre el Estado, los gobiernos locales y la academia en esa construcción. Caracteriza como una ganancia para la ciudad la visualización de las realidades ocultas dentro de los hogares y convoca a la ciudadanía a la corresponsabilidad en las soluciones a los conflictos, en el contexto del restablecimiento y la garantía de los derechos sociales de las personas. Olga Isaza de Francisco observa los desarrollos académicos en el campo de la familia, y cómo estos buscan trascender las limitaciones de las definiciones convencionales; la entiende más que como una institución, como sujeto políti- * Desde 2007 Secretaría Distrital de Integración Social. | 12 | INTRODUCCIÓN co colectivo de derechos consagrados por la Constitución. Propone diferenciar los derechos de las personas de los del grupo familiar y advertir la dimensión relacional como escenario de convivencia entre los géneros y las generaciones, en donde se realiza la posibilidad de construir los proyectos de vida. Invita a la redefinición de las articulaciones entre las políticas públicas y las experiencias familiares, lo que implica las responsabilidades de la familia, no solo con el buen uso de los servicios, sino en la construcción y el cumplimiento de las normas de convivencia. La autora considera el imperativo de transitar del concepto de la caridad, a la perspectiva de la solidaridad, sustento democrático de las políticas sociales públicas. Plantea que una gestión innovadora en el Distrito Capital se proyecta hacia el fortalecimiento de las redes sociales y familiares, convoca a otros sectores en la definición de las políticas sociales, por cuanto considera que estas no son solo cuestión de expertos. La ampliación y diversificación de las oportunidades para las familias, lo mismo que la promoción de la modificación de los imaginarios tradicionalistas y románticos sobre estas, a su juicio, es un reto insoslayable e incentiva una acción integrada. Julián Salas Rodas expone una experiencia de corresponsabilidad en la ciudad de Medellín, agenciada en el contexto creado por la Constitución de 1991, que impulsa la participación ciudadana como condición indispensable de la construcción de la democracia, y exige la redefinición del ámbito público como construcción colectiva. El autor expone un balance de trece años de avances, retrocesos y reorientaciones del rumbo, en el trabajo con las familias en Medellín. Su reflexión se refiere a la experiencia que se llevó a cabo entre 1992 y 2005, impulsada por la Secretaría de Bienestar Social del municipio, instancia que convocó la participación del sector social a formular propuestas ante los problemas que afectan a los diversos sectores de la población de la ciudad. La segunda parte muestra lo común y lo diverso de la vida familiar en España, Brasil y México. Se observan las estrategias para afrontar de manera privada, solidaria o con apoyos institucionales procedentes de las entidades estatales, públicas o de organismos privados, los retos de la reproducción, la sobrevivencia, y la reparación de los daños que sufren los hogares, o algunos de sus integrantes, en diferentes escenarios. Montserrat Carbonell Esteller expone, en primer lugar, una perspectiva histórica de los desarrollos de los Estados de Bienestar, destacando los alcances de las políticas públicas de familia en Suecia, en donde se adelantó un experimento pionero mundial avalado por la Social Democracia de aquel país. En segundo lugar, se refiere a algunos desarrollos en la Unión Europea y establece una comparación con lo que ocurre en España en relación a la atención de las familias, deteniéndose en las estrategias de negociación entre estas, los servicios sociales y los escenarios del trabajo. Ilustra el ejercicio que en la ciudad de Barcelona se proyecta como posibilidad de concertar alrededor de MARÍA HIMELDA RAMÍREZ | 13 | los intereses de las familias, el Estado y el mercado. En tercer lugar, enfatiza en las conveniencias de las alianzas entre la investigación académica y las entidades que formulan y desarrollan las políticas públicas de familia. Clarice Peixoto en su primer texto recorre los cambios demográficos ocurridos en Brasil entre 1960 y 1990, destacando que son relativamente homogéneos en todo el país, desafiado por sus bastas dimensiones, su complejidad geográfica, los desequilibrios regionales y las desigualdades sociales. Señala también que las elevadas tasas de dependencia familiar reproducen la pobreza. Propone la universalización de los servicios públicos y sociales, la protección integral y la formación para el trabajo, como únicas estrategia de las políticas sociales familiares para el logro de la inclusión social. En su segundo texto, presenta los resultados de investigaciones que integran las dimensiones cualitativas y cuantitativas sobre las relaciones entre las generaciones y la solidaridad familiar en Brasil. La solidaridad es entendida en sus expresiones materiales y afectivas que son las constitutivas de las relaciones familiares. La autora se refiere a las diversas interpretaciones en los estudios antropológicos sobre el tema. Verónica Sieglin analiza los efectos de la aplicación del Tratado de Libre Comercio (TLC) en las familias mexicanas, diferenciándolos según las clases sociales. La depresión del empleo es un motivo relevante que promueve la emigración masculina hacia los Estados Unidos, con sus consecuencias sobre el aumento de los divorcios, las separaciones y el desentendimiento de los compromisos de proveeduría por parte de los padres. Destaca a su vez, el aumento de la participación laboral femenina como opción entre las mujeres de los sectores medios y altos urbanos, y como imposición entre las mujeres de los sectores populares, entre quienes aún es paradigmático el modelo tradicional de familia, debido a la gran incidencia de la Iglesia Católica y otros cultos que lo sustentan. La tercera parte está dedicada a las posibilidades de los estudios históricos para observar las continuidades y los cambios de algunos de los hechos relevantes de la vida familiar, en el traumático proceso de construcción de la nación colombiana. Además se observan las articulaciones entre la vida familiar y los procesos sociales y políticos, que discuten las fronteras estrictas entre el mundo privado y los ámbitos públicos. Aída Martínez, con base en el estudio del epistolario de la familia Mutis, muestra de qué manera la correspondencia privada se convirtió en una estrategia para el mantenimiento de los lazos familiares, ante las vicisitudes de las separaciones forzadas por motivos políticos durante el siglo XIX, época de gran conflictividad. Con ello se introduce en el mundo de los sentimientos familiares y en la cotidianeidad, afectada por las incertidumbres de las guerras, los exilios y el destierro. Ximena Pachón recorre los cambios en las familias colombianas durante el siglo XX desde sus inicios, cuando regía el hegemonismo patriarcal, hasta la re- | 14 | INTRODUCCIÓN volución cultural de fines del siglo, momento en que los cambios en la condición de las mujeres redefinieron los rasgos de las tradiciones que sobrevivieron hasta mediados del siglo. Destaca la aceleración de los cambios en los contextos de la modernización, la urbanización y la pérdida de la influencia de la Iglesia Católica en los dominios de la vida privada de las gentes. María Himelda Ramírez y Guillermo Torres con base en el estudio del caso de la localidad de Teusaquillo de la ciudad de Bogotá, en la que predominan las clases medias conformadas por intelectuales, profesionales, artistas e industriales, observan los cambios de un escenario que proyecta imaginarios de una solvencia económica que fue removido por la crisis del año 1999. Destacan la transformación de la vocación residencial de la localidad hacia los usos institucionales y comerciales, por el avance en la modificación de los usos del suelo, debidos en parte, a los procesos de ajuste de las familias a las condiciones de la nueva pobreza. En la cuarta parte de este libro se plantea el impacto de la violencia en la vida familiar afectada por las migraciones y los desplazamientos forzados en el contexto del conflicto armado interno y algunas sugerencias de intervención. Martha Bello expone los daños ocasionados por la masacre en el municipio chocoano de Bojayá sobre las y los sobrevivientes, quienes además de las pérdidas de las figuras significativas, debieron alejarse del lugar, abandonando sus referentes de identidad. Se refiere también a las nuevas dinámicas del retorno, que revelan la erosión de las relaciones intergeneracionales y la intrusión de los agentes externos. Estos presionan a la juventud a adoptar comportamientos que rompen con sus tradiciones e inducen la identificación con los valores foráneos, buena parte de ellos representados en el militarismo antioqueño. María Cristina Palacios analiza la trama del conflicto armado en el departamento de Caldas, región de configuración lenta como territorio de conflicto. Subraya los procesos de adaptación de las familias a la guerra, hasta tal punto que el conflicto se llega a naturalizar, en especial entre las generaciones jóvenes. Se destaca el papel de soporte de los seguros religiosos, siguiendo la formulación de Anthony Giddens sobre la mediación religiosa ante la sensación de miedo; una vez esta se quiebra, se produce la migración. La autora reafirma el cambio en los rituales cotidianos, según lo planteado por otras estudiosas del tema, y destaca que los hombres luchan por el retorno, mientras que las mujeres lo hacen por permanecer en los lugares de acogida, aunque sea en condiciones de precariedad. Destaca la responsabilidad de las familias expulsoras para explicar el reclutamiento voluntario, por cuanto las y los jóvenes huyen de los maltratos en sus hogares, dinámica que es explotada por los actores armados, quienes se muestran como una alternativa ante tales abusos. La desintegración familiar es también estudiada; en algunos casos se produce como efecto no deseado, pues el alejamiento de una o un integrante del hogar, se propicia como protección ante MARÍA HIMELDA RAMÍREZ | 15 | las amenazas o para evitar el reclutamiento forzoso.
653 _aFamilias
_aCambios
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700 _aMaría Himelda Ramirez
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_01