El Criterio COMPLEMENTARIAX
- 1 Edición
- Colombia Ediciones Universales 1987
- 240 p.
En los capítulos introductorios (I al III), Balmes define este arte de pensar bien, pondera su trascendencia y fija dos condiciones del mismo: el buen uso de la atención y la acertada elección de carrera, que implica el cabal aprovechamiento de las aptitudes nativas.
El cuerpo de la obra (capítulos IV al XXI) contiene un minucioso estudio del entendimiento especulativo, tanto en orden a sus objetos — posibilidad, existencia y naturaleza de las cosas — como en orden a las formas de su actividad, a sus métodos y a sus facultades auxiliares — corazón e imaginación—. Revisten mucho interés, en esta parte, la valoración del testimonio humano, sobre todo en las informaciones periodísticas, en las relaciones de viajes y en las obras de historia; y, asimismo, las aplicaciones del arte de pensar bien en la filosofía de la historia y en la religión, a cuyo propósito la apologética balmesiana halla una vez más un campo donde explayarse.
En el capítulo XXII y último, que ocupa casi una tercera parte de la obra, Balmes examina el entendimiento práctico, mostrando la manera de elegir rectamente los fines de nuestras acciones y los medios más aptos para alcanzarlos, sin dejarse desviar por las pasiones. La verdad del entendimiento se traduce así en bondad y armonía de la vida, que caracteriza al hombre completo. Descúbrense, en la concepción expuesta, la ascendencia cartesiana y el influjo del famoso tratado de Arnauld que lleva por título L’art de penser. El Criterio, con el que se inicia el ciclo filosófico en la producción balmesiana, fue compuesto en breve tiempo, entre el 1 de octubre y el 21 de noviembre de 1843, en un escondrijo de la masía catalana del Prat de Dalt, de la parroquia de San Feliu de Codinas, donde Balmes se había refugiado huyendo de la persecución desatada en Barcelona al tiempo del levantamiento progresista del general Espartero, sin tener a su disposición libros ni otros materiales de consulta.