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La Corrupción Administrativa En Colombia

Por: Fernado Cepeda Ulloa.
Tipo de material: materialTypeLabelLibroEditor: Colombia Tercer Mundo 1994Edición: 1 Edición.Descripción: 215 p.ISBN: 000509.Materia(s): InternacionalizaciónClasificación CDD: 364.132.3
Contenidos:
INDICE DE CONTENIDO PRESENTACION INTRODUCCION Un discurso vertiginoso CAPITULO 1: Los enfoques de la corrupción A) Enfoque Jurídico B) Enfoque Moral o Etico C) Enfoque Sicológico D) Enfoque Económico E) Enfoque Administrativo F) Enfoque Cultural CAPITULO 2: Nociones politológicas acerca de la corrupción CAPITULO 3: ¿Se ha incrementado la corrupción en Colombia? CAPITULO 4: Escándalo y Sensibilidad CAPITULO 5: La sensibilidad frente a la corrupción en Colombia A) La nueva Constitución y la Transformación Política B) La Modernización del Estado C) Apertura e Internacionalización de la Economía CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES BIBLIOGRAFIA
Resumen: A lo largo de los últimos años, se han gestado varios procesos que han afectado de manera radical las estructuras sociales, económicas y políticas a escala mundial. El derrumbe de los sistemas políticos autoritarios en el hemisferio este, la crisis de los sistemas democráticos en el oeste, la democratización y redemocratización de vastas zonas geográficas, el surgimiento de nuevos tipos de caudillismo y de nuevas formas de expresión política, las reinvindicaciones de las minorías en su tránsito a ser reconocidas y respetadas, los viejos y nuevos problemas de legitimidad y gobernabilidad -tales como el respeto a las leyes y la participación- son algunas de las preocupaciones fundamentales de un mundo ad portas del siglo XXI. A ellas, se añade la inquietud producida por las grandes migraciones, los desplazamientos masivos, los enfrentamientos interétnicos y religiosos, las enormes presiones sobre la prestación de servicios públicos y los desequilibrios ecológicos, producto de la aplicación de conceptos erróneos de "transformación" de la naturaleza. Paralelamente, la globalización de la economía, junto con la división internacional del trabajo y la unión de los mercados regionales han generado nuevos retos económicos en la medida en que las brechas entre los centros de desarrollo y la periferia subdesarrollada, lejos de disminuir, han aumentado. Frente a este panorama de cambios constantes, acelerados e inquietantes, diversos sectores de la población mundial -gobiernos, partidos, empresas, ONGs, grupos comunitarios, entre otros- viéndose afectados e incluso amenazados por ellos, se han organizado y convertido en abanderados de causas tales como la defensa de los derechos humanos, la conservación del medio ambiente, el apoyo al desarrollo sustentable, la oposición a los movimientos políticos de ideologías extremas , la lucha en contra de la delincuencia organizada y la corrupción administrativa. Este último fenómeno -presente de una u otra forma en todas las sociedades, conocido como "baksheesh" en Egipto, "dash" en Kenya, "lagay" en Filipinas y "mordida" en México- ha adquirido una inusitada importancia al interior de este contexto de nuevas cruzadas. En efecto el discurso sobre la corrupción administrativa se ha desarrollado de manera absolutamente vertiginosa y explosiva en los últimos años, lo que a su vez, ha generado una sensación colectiva, según la cual, el fenómeno per se ha adquirido dimensiones catastróficas (1). Dicho discurso se ha construido sobre elementos muy diversos, que valdría la pena enunciar brevemente. Primero, se adelantan actualmente una gran cantidad de procesos judiciales que afectan a las altas esferas de la política y los negocios en una multiplicidad de países a lo largo y ancho del mundo, que verifican la universalidad del fenómeno. La pérdida de investidura por parte de algunos congresistas en 6 Colombia; la destitución del Presidente Collor de Mello en Brasil; el proceso en contra del ex-Presidente Carlos Andrés Pérez en Venezuela; las acusaciones en contra de familiares del Presidente Sixto Durán Ballén en Ecuador; el asesinato del candidato a la presidencia, Luis Donaldo Colosio, y los hechos posteriores que ocurrieron en México; son algunos de los ejemplos que se encuentran en los países en vías de desarrollo. El suicidio del Primer Ministro Pierre Berégovoy y la sentencia dictada en contra de Bernard Tapie, en Francia; la sentencia dictada en contra del ex-Primer Ministro Bettino Craxi, las acusaciones en contra de Silvio Berlusconi y la operación "Manos Limpias" en Italia; las acusaciones en contra de Mario Conde y el escape y posterior captura del ex-Director de la Guardia Civil, Luis Roldán, en España; las acusaciones de corrupción dirigidas al Presidente Clinton en Estados Unidos y la renuncia del Primer Ministro japonés Kosokawa son algunos de los ejemplos presentes en los países industrializados. Segundo, se han puesto en vigencia nuevas leyes que buscan castigar de manera más efectiva las conductas tipificadas como corruptas y mejorar la administración pública en general. Prueba de ello es la reciente aprobación por parte del Congreso colombiano del Estatuto Anticorrupción, que penaliza de manera drástica el lavado de dólares, el testaferrato, el peculado y el cohecho; estimula la participación ciudadana en la lucha contra el fenómeno y obliga a las entidades públicas a ejercer un estricto control sobre sus empleados. Se pueden mencionar también el Código Disciplinario Unico para Servidores Públicos, el Estatuto de Contratación Administrativa y los artículos 267 a 284 de la Constitución colombiana. Tercero, las recurrentes acusaciones mutuas de corrupción entre los políticos no han cesado de aumentar, así como las denuncias que hacen estos ante la opinión pública y su conversión en "líderes naturales" de la lucha contra el fenómeno durante las jornadas electorales. Basta recordar los ofrecimientos hechos por Ernesto Samper y Andrés Pastrana durante la campaña presidencial de 1994, cuando cada uno de los candidatos presentó un proyecto de ley sobre Moralización en la Administración Pública (2). Cuarto, los medios de comunicación brindan gran cubrimiento y amplios espacios a las noticias relacionadas con el fenómeno de la corrupción administrativa , tanto a nivel nacional como internacional. Periódicos, revistas y noticieros se encargan de denunciar a los funcionarios públicos sospechosos de ser corruptos, contribuyendo a la formación de una opinión pública más crítica pero también magnificando y distorsionando la información. Esto influencia de manera indiscutible a la Sociedad Civil (3) que se ve "amenazada", "envuelta", "sumergida" y "asfixiada" por el fenómenoNota de existencias: 1
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PRESENTACION En el trabajo que se desarrolla a continuación se lleva a cabo una lectura alternativa del discurso contempóraneo sobre el fenómeno de la corrupción administrativa, a través del estudio de caso colombiano. En la primera parte se plantea el problema de magnificación que surge como consecuencia de la multiplicación de elementos que se refieren a la corrupción (INTRODUCCION: UN DISCURSO VERTIGINOSO); después se exhiben distintos enfoques que analizan el fenómeno de manera parcial (CAPITULO 1 LOS ENFOQUES DE LA CORRUPCION); y finalmente se presentan diversas nociones politológicas que nos acercan a una sociología comprensiva de la corrupción (CAPITULO 2: NOCIONES POLITOLOGICAS ACERCA DE LA CORRUPCION). En la segunda parte, se exhiben datos oficiales que cuestionan la idea de una expansión vertiginosa de la corrupción administrativa en Colombia (CAPITULO 3:¿SE HA INCREMENTADO LA CORRUPCION EN COLOMBIA?); después se analizan los conceptos de escándalo y sensibilidad para entender cómo el discurso sobre la corrupción se convierte en un instrumento en la lucha para alcanzar el poder y cómo sensibiliza a la opinión pública (CAPITULO 4: ESCANDALO Y SENSIBILIDAD); finalmente se analizan los elementos que posibilitan el surgimiento de esta sensibilidad frente al fenómeno en Colombia (CAPITULO 5: LA SENSIBILIDAD FRENTE A LA CORRUPCION EN COLOMBIA) Por último, se presenta una serie de conclusiones y recomendaciones a través de las cuales se quiere demostrar el enorme potencial que encierra la investigación del fenómeno, para entender el desarrollo reciente de las relaciones entre Estado y Sociedad Civil en el mundo y en Colombia.

INDICE DE CONTENIDO PRESENTACION INTRODUCCION Un discurso vertiginoso CAPITULO 1: Los enfoques de la corrupción A) Enfoque Jurídico B) Enfoque Moral o Etico C) Enfoque Sicológico D) Enfoque Económico E) Enfoque Administrativo F) Enfoque Cultural CAPITULO 2: Nociones politológicas acerca de la corrupción CAPITULO 3: ¿Se ha incrementado la corrupción en Colombia? CAPITULO 4: Escándalo y Sensibilidad CAPITULO 5: La sensibilidad frente a la corrupción en Colombia A) La nueva Constitución y la Transformación Política B) La Modernización del Estado C) Apertura e Internacionalización de la Economía CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES BIBLIOGRAFIA

A lo largo de los últimos años, se han gestado varios procesos que han afectado de manera radical las estructuras sociales, económicas y políticas a escala mundial. El derrumbe de los sistemas políticos autoritarios en el hemisferio este, la crisis de los sistemas democráticos en el oeste, la democratización y redemocratización de vastas zonas geográficas, el surgimiento de nuevos tipos de caudillismo y de nuevas formas de expresión política, las reinvindicaciones de las minorías en su tránsito a ser reconocidas y respetadas, los viejos y nuevos problemas de legitimidad y gobernabilidad -tales como el respeto a las leyes y la participación- son algunas de las preocupaciones fundamentales de un mundo ad portas del siglo XXI. A ellas, se añade la inquietud producida por las grandes migraciones, los desplazamientos masivos, los enfrentamientos interétnicos y religiosos, las enormes presiones sobre la prestación de servicios públicos y los desequilibrios ecológicos, producto de la aplicación de conceptos erróneos de "transformación" de la naturaleza. Paralelamente, la globalización de la economía, junto con la división internacional del trabajo y la unión de los mercados regionales han generado nuevos retos económicos en la medida en que las brechas entre los centros de desarrollo y la periferia subdesarrollada, lejos de disminuir, han aumentado. Frente a este panorama de cambios constantes, acelerados e inquietantes, diversos sectores de la población mundial -gobiernos, partidos, empresas, ONGs, grupos comunitarios, entre otros- viéndose afectados e incluso amenazados por ellos, se han organizado y convertido en abanderados de causas tales como la defensa de los derechos humanos, la conservación del medio ambiente, el apoyo al desarrollo sustentable, la oposición a los movimientos políticos de ideologías extremas , la lucha en contra de la delincuencia organizada y la corrupción administrativa. Este último fenómeno -presente de una u otra forma en todas las sociedades, conocido como "baksheesh" en Egipto, "dash" en Kenya, "lagay" en Filipinas y "mordida" en México- ha adquirido una inusitada importancia al interior de este contexto de nuevas cruzadas. En efecto el discurso sobre la corrupción administrativa se ha desarrollado de manera absolutamente vertiginosa y explosiva en los últimos años, lo que a su vez, ha generado una sensación colectiva, según la cual, el fenómeno per se ha adquirido dimensiones catastróficas (1). Dicho discurso se ha construido sobre elementos muy diversos, que valdría la pena enunciar brevemente. Primero, se adelantan actualmente una gran cantidad de procesos judiciales que afectan a las altas esferas de la política y los negocios en una multiplicidad de países a lo largo y ancho del mundo, que verifican la universalidad del fenómeno. La pérdida de investidura por parte de algunos congresistas en
6 Colombia; la destitución del Presidente Collor de Mello en Brasil; el proceso en contra del ex-Presidente Carlos Andrés Pérez en Venezuela; las acusaciones en contra de familiares del Presidente Sixto Durán Ballén en Ecuador; el asesinato del candidato a la presidencia, Luis Donaldo Colosio, y los hechos posteriores que ocurrieron en México; son algunos de los ejemplos que se encuentran en los países en vías de desarrollo. El suicidio del Primer Ministro Pierre Berégovoy y la sentencia dictada en contra de Bernard Tapie, en Francia; la sentencia dictada en contra del ex-Primer Ministro Bettino Craxi, las acusaciones en contra de Silvio Berlusconi y la operación "Manos Limpias" en Italia; las acusaciones en contra de Mario Conde y el escape y posterior captura del ex-Director de la Guardia Civil, Luis Roldán, en España; las acusaciones de corrupción dirigidas al Presidente Clinton en Estados Unidos y la renuncia del Primer Ministro japonés Kosokawa son algunos de los ejemplos presentes en los países industrializados. Segundo, se han puesto en vigencia nuevas leyes que buscan castigar de manera más efectiva las conductas tipificadas como corruptas y mejorar la administración pública en general. Prueba de ello es la reciente aprobación por parte del Congreso colombiano del Estatuto Anticorrupción, que penaliza de manera drástica el lavado de dólares, el testaferrato, el peculado y el cohecho; estimula la participación ciudadana en la lucha contra el fenómeno y obliga a las entidades públicas a ejercer un estricto control sobre sus empleados. Se pueden mencionar también el Código Disciplinario Unico para Servidores Públicos, el Estatuto de Contratación Administrativa y los artículos 267 a 284 de la Constitución colombiana. Tercero, las recurrentes acusaciones mutuas de corrupción entre los políticos no han cesado de aumentar, así como las denuncias que hacen estos ante la opinión pública y su conversión en "líderes naturales" de la lucha contra el fenómeno durante las jornadas electorales. Basta recordar los ofrecimientos hechos por Ernesto Samper y Andrés Pastrana durante la campaña presidencial de 1994, cuando cada uno de los candidatos presentó un proyecto de ley sobre Moralización en la Administración Pública (2). Cuarto, los medios de comunicación brindan gran cubrimiento y amplios espacios a las noticias relacionadas con el fenómeno de la corrupción administrativa , tanto a nivel nacional como internacional. Periódicos, revistas y noticieros se encargan de denunciar a los funcionarios públicos sospechosos de ser corruptos, contribuyendo a la formación de una opinión pública más crítica pero también magnificando y distorsionando la información. Esto influencia de manera indiscutible a la Sociedad Civil (3) que se ve "amenazada", "envuelta", "sumergida" y "asfixiada" por el fenómeno

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