La adopción del modelo agrícola sostenible, implica la reevaluación de la Revolución verde y reconoce el privilegio como fundamento la biodiversidad. Propende por la conservación y explotación racional de los recursos naturales, mediante la generación de procesos y productos tecnológicos que garantizan rendimientos económicamente competitivos sin deteriorar los recursos naturales. Este nuevo modelo pretende adaptar los productos tecnológicos a las condiciones ambientales para adaptar mediante el uso intensivo de insumos, productos tecnológicos generados en otras latitudes.