Instituto Universitario de la Paz- UNIPAZ

Luz Marleny Ospina Rua

Modelo De Gestión Ética Para Entidades Del Estado - 1 Edición - Colombia USAID 2006 - 257 p.

Primera parte: Marco conceptual. -- Capitulo 1. El fundamento ético de la función publica. -- Capitulo 2. La confianza y la función social de las entidades publicas. -- Capitulo 3. La gestión en las entidades publicas. -- Segunda parte. -- Capitulo 4. Metodología general para la implantación de la gestión ética. -- Capitulo 5. Conformación de equipos. -- Capitulo 6. El diagnostico ético de la entidad. -- Capitulo 7. El código de buen gobierno: mejores practicas de dirección paras las entidades publicas. -- Capitulo 8. El código de ética: los valores institucionales de la entidad. -- Capitulo 9. Compromisos éticos por áreas organizacionales aplicación practica del código de ética. -- Capitulo 10. Estrategias para la incorporación de la ética publica en la cultura organizacional. -- Capitulo 11. Plan de mejoramiento de la gestión ética.

El presente Modelo1
de Gestión Ética para Entidades del Estado tiene sus orígenes
en la Cartilla “Gestión ética para entidades públicas” y su respectivo “Manual
de implementación”, publicadas por USAID en 2003, con el apoyo del Centro
Colombiano de Responsabilidad Empresarial.
No obstante, tanto el enfoque conceptual como la estrategia metodológica han variado
en forma sustancial, de modo que lo que aquí se entrega, más que una versión corregida
y aumentada, constituye un nuevo Modelo que asume la ética pública como disposición
interna de los servidores públicos para dar cumplimiento a los mandatos constitucionales
y legales, y que postula una metodología concreta para incorporar de manera efectiva
los principios y valores éticos a la cultura organizacional de las entidades, más allá de la
necesaria formulación y adopción formal de códigos de comportamiento.
Estos nuevos desarrollos obedecen, en parte, a la experiencia acumulada en el trabajo
con cerca de veinticinco entidades públicas del orden nacional y territorial beneficiarias
del Programa de Cooperación Internacional USAID/CASALS, a las cuales expresamos
nuestra gratitud y reconocimiento por sus aportes.
El Modelo se encuentra dividido en dos grandes partes: en la primera, conformada
por tres capítulos, se fundamenta conceptualmente el ejercicio de la función pública
desde una perspectiva ética, pero no desde la comprensión clásica, asentada en
el discurso filosófico, sino desde un enfoque sociológico y antropológico que
entiende la gestión ética desde su dimensión jurídica y cultural.
La segunda parte del Modelo se desarrolla en ocho capítulos, en los cuales se
plantea la metodología general para la implantación de la Gestión Ética en las
entidades del Estado, y se desagrega cada uno de los pasos metodológicos en los
procedimientos puntuales necesarios para realizar las construcciones y actividades
requeridas.
La metodología propuesta se asienta en seis ejes: la conformación de equipos
de trabajo, el diagnóstico de las prácticas éticas en la entidad, la formulación del
Código de Buen Gobierno, la elaboración del Código de Ética, la construcción
de Compromisos Éticos y el diseño de un Plan de Mejoramiento para la Gestión
Ética como aplicación de las Estrategias Pedagógica y Comunicativa que el Modelo
ofrece; todo lo cual se orienta hacia la afectación de la cultura organizacional de
la entidad, a través de acciones conducentes tanto a la definición de enunciados
1 El significado del
término “modelo”
que se utilizará en
el presente trabajo,
se entiende no
dentro de la primera
acepción que da el
Diccionario de la
Real Academia de
la Lengua DRAE
-“Arquetipo o
punto de referencia
para imitarlo o
reproducirlo”- sino
en su segunda
significación, esto
es, como “Esquema
teórico (…) de un
sistema o de una
realidad compleja
(…) que se elabora
para facilitar su
comprensión y
el estudio de su
comportamiento”.
Por tanto no se
está proponiendo
un patrón universal
para ser entendido
como panacea, sino
como una alternativa
plausible -dentro de
muchas otras- que
podrá contribuir
mediante su aplicación
congruente a avanzar
en la consolidación de
gestión íntegra de las
entidades públicas.
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explícitos acerca del deber ser, como a la puesta en práctica en el transcurrir
cotidiano de los servidores públicos, de comportamientos y actitudes, que
conviertan en realidad vivida las pautas éticas en sus relaciones con los diferentes
públicos con los que la organización interactúa.
Cabe destacar que el Modelo presenta cuatro importantes desarrollos que
trascienden la tradicional reducción en el tratamiento del tema ético a la
elaboración de un Código de Ética, los cuales se constituyen en propuestas
pioneras dentro del esfuerzo creativo por consolidar una cultura de integridad en
la Administración Pública, a saber: El Código de Buen Gobierno, Los Compromisos
Éticos por áreas organizacionales, las Estrategias Pedagógica y Comunicativa, y el
Diagnóstico Ético.
El Código de Buen Gobierno, desarrollado como aplicación del concepto del gobierno
corporativo, se entiende como los compromisos éticos de la alta dirección respecto a
la gestión íntegra, eficiente y transparente en su labor de dirección y/o gobierno, que
a manera de disposiciones voluntarias de autorregulación, son promulgados ante los
diversos públicos y grupos de interés.
Los Compromisos Éticos por áreas organizacionales, por su parte, son acuerdos
colectivos sobre actitudes, prácticas y formas concretas de actuación que asumen
los servidores públicos de cada una de las áreas de primer nivel de la entidad,
con el fin de aplicar los principios y valores enunciados en el Código de Ética en
el cumplimiento de la función pública que les corresponde, de acuerdo con las
especificidades de la respectiva área en cuanto a sus funciones, competencias y
públicos con los que se relaciona.
En cuanto a las estrategias Pedagógica y Comunicativa, son orientaciones
metodológicas dirigidas a generar cambios actitudinales en los servidores
públicos para que efectivamente apliquen en la cotidianidad laboral los Principios,
Valores y Compromisos éticos, mediante acciones cuyo objeto se sitúa en
la afectación de su sentir, más que al campo racional del conocimiento y la
ilustración conceptual. Con ello se pretende la reconstrucción del significado y
el sentido que para el servidor público tiene el ejercicio de la función pública,
en términos de integridad, eficiencia y transparencia.
Por su parte, la metodología desarrollada para elaborar el diagnóstico ético
ofrece un procedimiento integral que va desde la selección representativa de
una muestra poblacional que garantice la necesaria representatividad de acuerdo
con los estándares estadísticos ortodoxos, hasta orientaciones concretas sobre
la interpretación y presentación de la información recolectada, pasando por la
entrega de unos modelos de encuesta discriminados por tipo de entidad.

958-33-9228-6

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